Fortalece el sistema inmune, ayudando a combatir infecciones y mejorando la capacidad de defensa del cuerpo.

Promueve la cicatrización de heridas y ayuda en la regeneración de tejidos.

Contribuye a mantener la piel, cabello y uñas saludables, reduciendo la aparición de acné, descamaciones o fragilidad.

Participa en la síntesis de proteínas y en el metabolismo de nutrientes esenciales.

Apoya procesos celulares importantes, como la producción de ADN y la reparación celular.

Puede ayudar a regular hormonas, lo que lo hace relevante para funciones reproductivas y de crecimiento.